Música 'rohmeriana'

por Leopoldo Baroja

Más de doscientos cincuenta años les separan, pero aun sabiéndolo no pude dejar de pensar, mientras escuchaba esta encantadora ópera pastoral de Boismortier estrenada en 1747, en Eric Rohmer, no el de los ‘Cuentos morales’ ni el del indigesto apólogo ultramontano ‘La inglesa y el duque’, sino el último hasta hoy, el autor de la más que curiosa ‘Les amours d´Astrée et de Céladon’, realizada en el 2007 y aquí estrenada, bajo el título de ‘El romance de Astrea y Celadón’, el año pasado’. Pero el viaje imaginario en el tiempo se hace aún más vertiginoso cuando hay que señalar que la novela pastoril ‘L´Astrée’, obra del muy estimable poeta francés del renacimiento Honoré d´Urfé (1567-1625) en la que se basa literalmente el cineasta, también está separada del tiempo musical de Boismortier por otro siglo y medio. Aun así insisto: las delicadas cadencias vocales, el bien trabado ensamblaje entre aires de danza y arias, el espíritu melancólico y rústico predominante en esta ‘Daphnis & Chloé’ remiten sin fisura al escenario, los diálogos (que Rohmer afirma haber tomado sin cambios del texto renacentista) y la mitigada picardía de ‘L´Astrée’. Tal vez los pastores de la Francia profunda no se hayan visto afectados por el progreso: el elenco actoral de Rohmer trisca con naturalidad entre los prados y los ríos, si bien el director advierte al comienzo de su película que tuvo que buscar sus escenarios lejos del lugar donde los situó d´Urfé.
El compositor Joseph Bodin de Boismortier (1689-1755) arrastra la maldición de los prolíficos, de todos los ‘fa prestos’ de la historia del arte. No quiero presentarme aquí como un conocedor de su ingente producción camerística, que me ha dado algunos buenos momentos de escucha, pero sí voy a afirmar sin remilgos que ‘Daphnis & Chloé’ supera notablemente el quizá más popular título escénico del autor, ‘Don Quichotte chez la Duchesse’, y está, en sus momentos más inspirados, a la altura de su contemporáneo Rameau. Ayuda al éxito de esta grabación el trabajo de Hervé Niquet, responsable también, al frente de su Concert Spirituel, del cd quijotesco publicado por Naxos, aunque ahora servido por un reparto vocal de mayor calidad. Tampoco son comparables las partituras. ‘Don Qhichotte chez la Duchesse’ pagaba un tributo a veces muy gravoso al esquema cortesano del ballet cómico, mientras que el carácter decididamente operístico de ‘Daphnis & Chloé’ le permite a Boismortier elaborar dramáticamente, dentro de las limitaciones galantes, sus partes cantables.
Ya en el prólogo, después de la preciosa overtura, el músico lorenés ofrece muestras de su talento lírico en el rondó ‘Que de plaisirs l´Amour prépare!’, aunque son los dos actos siguientes (la obra tiene tres) los que concentran las piezas de verdadera resistencia: las dos arias de Daphnis (encomendado el papel al excelente ‘high tenor’ François-Nicolas Geslot) ‘Troupeaux chéris’ y ‘Beaux lieux où j´ai goûté les plaisirs les plus doux’, ésta con acompañamiento de cuerda y flauta travesera verdaderamente memorable. También destaca, en el segundo acto, el llamado ‘Despertar de Chloé’, un dúo para la pareja titular entreverado de alusiones oníricas y vibrante coda amorosa. Una delicia.

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Joseph Bodin de Boismortier fue muy criticado en su época a causa de su abundancia productiva y su éxito (envidiosos los ha habido siempre). Fruto de su ubérrima pluma salieron de la imprenta nada menos que 102 obras, cifra récord no igualada hasta entonces por compositor alguno. Sin el genio ni la sabiduría de un Rameau, la fértil imaginación de Boismortier despliega, en un gesto generoso y desprendido, cientos de ideas y motivos, en ocasiones sólo esbozadas, sin apenas desarrollo, pero que demuestran el gran talento musical de nuestro compositor. Olvidado durante siglos, Boismortier ha comenzado a salirrecientemente de la oscuridad gracias, principalmente, al empeño de Hervé Niquet, gran enamorado de su obra. No son, desgraciadamente, muchas sus composiciones grabadas, por lo que debe recibirse con alborozo la excelente reedición que Glossa nos ofrece de Daphnis & Chloé, pastoral que constituye no sólo la última de las obras conocidas del compositor lorenés, sino también la de mayor éxito. Con un libreto de Pierre Laujon –obra maestra de la inconsistencia– que relata una insustancial historia arcádica y estrenada en 1747 en la Académie Royale de Musique, Boismortier desdeña en esta ópera las estructuras complejas, creando una deliciosa música que sólo puede parecer simple a un espíritu superficial. Con todo el encanto y exquisito aroma del rococó francés, la pastoral combina aires, coros y danzas a cuál más bella, colorista y delicada, culminando con una imponente chacona. Hervé Niquet, comandando los siempre sobresalientes efectivos de Le Concert Spirituel, dirige la obra con su característico vigor y energía rítmica, sin descuidar el lirismo de los momentos más íntimos, desplegando unos bajos especialmente densos y poderosos. El reparto, cohesionado, cumple con excelencia su cometido, destacando Gaëlle Méchaly en el comprometido papel de Chloé, quien se luce sobremanera en la virtuosa cantatille Vole amour.

Javier Sarría Pueyo