En 1990 se editó A chantar, uno de los programas pioneros en la música de las mujeres en la Edad Media, a cargo del conjunto alemán Estampie. La novedad que supuso en su momento este lanzamiento es mayor con sólo hacer un pequeño repaso discográfico (pero exhaustivo). Por aquella altura, sólo teníamos los discos (vinilos) de Hespèrion XX, Cansós de trobairtiz (1978, reeditado en varias ocasiones después); Esther Lamandier (Domna, 1987; reeditado); y el fantástico de Sinfonye (Bella domna. The medieval woman: lover, poet, patroness and saint, 1988; reeditado), ejemplo de referencia en este apasionante repertorio. Era la época pre-Discantus (su directora Brigitte Lesne dedicó varios títulos a este asunto, especialmente uno en solitario en 1995). Luego llegarían algunos programas más, al calor de la cada vez más abundante investigación: nuevamente Sinfonye (1992); Perceval, The Toronto Consort (1994), HelioTrope, Calamus, Polyhedron Ensemble (1995), Sarband (1996)...
Por tanto, pocos precedentes había de donde aprender, y lanzarse al vacío tenía sus riesgos. El programa, además de la cansó de la Condesa de Día que da título al disco, abunda en textos tanto de feminidad textual, como de tratamiento de las mujeres como objeto, pero recogiendo distintos géneros musicales. A estas alturas, casi es lo de menos. Centrado en la música profana (por ello no está la también alemana Hildegarda de Bingen, a quien este grupo le dedicó un CD monográfico en 1998), supuso un hito en este campo. La interpretación no es la mejor de las posibles, pero teniendo en cuenta que está grabado hace dieciocho años podría ser mucho peor. Grupos hay que todavía hacen parecida la música medieval, pero ahora no es de recibo. Siendo una reedición, se echa de menos una carpeta más generosa donde, entre otras cosas, se cuente la importancia que este disco tuvo en su momento... al menos, enjuiciado desde el nuestro, que de eso se trata.
Josemi Lorenzo Arribas