Tercer volumen del sello RCO LIVE que se nutre de los registros realizados por la propia orquesta Royal Concertgebouw en su sala de conciertos de Ámsterdam. Tras Dvorak y Richard Strauss, se nos ofrecen dos Sinfonías clasico-románticas, por lo que, de momento, seguimos sin escuchar a Jansons en el repertorio ruso o "báltico", que sería teóricamente su especialidad (Shostakovich, Sibelius o Chaikovsky, para ser más precisos). Pero la espera importa poco si los resultados, aun en obras archigrabadas, son tan estimulantes como en esta ocasión.
Beethoven, en primer lugar. Concepto actual: orquesta reducida (sería curioso conocer la plantilla exacta); tasado "vibrato" en la cuerda; riqueza de matices dinámicos -con especial atención a los grados p, pp y mf- articulación precisa, nítida, muy aérea; "tempi" ligeros pero sin prisas malvenidas. Y además, concepto unitario de la obra en el que "tempo", dinámica y fraseo de cada movimiento obedecen a un plan global sin el que la férrea lógica del desarrollo beethoveniano se esfumaría. En suma, una Segunda de Beethoven clásica, vital y optimista, como corresponde al juvenil espíritu de este director por el que no parecen pasar los años, aunque ya haya rebasado los sesenta.
En perfecto contraste, un Brahms plenamente romántico, en la mejor línea de los predecesores de Jansons en Ámsterdam (van Beinum, Monteux, Haitink). La excepcional calidad de la Orquesta, idónea para este autor, surge clara, cálida y natural, permitiéndonos gozar despreocupadamente del fluir musical, en la certeza de que todo está planteado con sumo gusto y maravillosamente realizado. A quienes no estuvimos en aquel concierto se nos ofrece el consuelo de este testimonio vivo, grabado de manera inmejorable.

Roberto Andrade