Prosigue indeclinable la colaboración entre la Fundación BBVA y el sello Verso en su apuesta por la música contemporánea española. Y en esta ocasión, su nuevo lanzamiento no se limita a dejar constancia de la buena labor de intérpretes como Alberto Rosado y David Apellániz, ya suficientemente acreditados en su servicio a la creación actual de nuestro país, también en el ámbito pedagógico, sino que contribuye a mostrar una vez más su rica diversidad y a tender puentes hacia el continente americano: se integran sin estridencias la exploración rítmica del mexicano, residente en USA, Ricardo Zohn-Muldoon (Candelabra, 2002), y la deconstrucción ‘scarlattiana’, electrónica mediante, de 37 (2009), del salvadoreño activo en Suiza Arturo Corrales, con las propuestas de los compositores peninsulares representados en el registro.
Incluimos entre ellas, obviamente, a Fabián Panisello, largos años afincado entre nosotros, y la poética contrastada de Chaos’ Dream (1998), en su revisión de 2010... Junto a él, un recorrido por algunos de los nombres más activos de las generaciones ya maduras de nuestro horizonte más inmediato, desde la brevedad weberniana de Atrium (1994), de López López, a los sutiles ritmos y timbres oníricos de Lazkano y su Wintersonnenwende-2 (2007) –parte de su indagación en la poética fragmentaria de Oteiza– o el equilibrio entre dicción emotiva y abstracción formal de Dipolo (1995), debida a Gabriel Erkoreka.
Y aún quedan por visitar otras orillas: el discurso quebrado, por momentos expresionista –al fondo, la op. 31 de Schönberg– de Jesús Torres y sus Variaciones para violonchelo y piano (2004), que transita atmósferas muy variadas, o la inspiración japonesa esencializada de Humet y su díptico El jardín de Kinko (2008). España, América, Centroeuropa y Oriente reunidos en setenta minutos: ¿quién da más?...
Germán Gan Quesada