Apenas quedaron huecos en la amplia producción de Heinrich Schütz para otra música que no fuera la sacra. Las Musicalische Exequien, escritas para el funeral del príncipe Heinrich Posthumus Reuss (febrero de 1636), ocupan un lugar preeminente en esa producción. Siempre se ha pensado que se trataba de un encargo de la viuda del prócer, pero aquí se apunta la teoría de que fue el mismo príncipe el que, imbuido de manera inevitable del lúgubre ambiente que se respiraba en la Europa central durante la Guerra de los Treinta Años, preparó meticulosamente sus honras fúnebres, dando instrucciones a Schütz de la música que había de componer en su adiós terrenal. La obra está dividida en tres partes: la primera, un concierto en forma de misa de funeral alemana, en la cual se alternan los tutti a seis voces con dúos y tríos; las segunda, un motete, Herr wenn ich nur dich habe, en el que se manifiesta palmariamente la escritura antifonal de Gabrieli, y la tercera, un concierto para dos coros, en el que cada uno de ellos tiene su propio texto. Las Musicalische Exequien son una mixtura de las viejas técnicas compositivas con las novedades que representaban el pequeño concierto y el estilo concertante del doble coro. Vox Luminis, dirigido por el bajo Lionel Meunier, se mueve como pez en el agua en este repertorio, como ya evidenció en una anterior grabación para Ricercar con las Sacrae Cantiones de Samuel Scheidt. El ensamble reúne algunas de las virtudes de las mejores formaciones corales belgas, aunque en esta grabación se echa en falta la presencia del excelente contratenor Paulin Bündgen. El acompañamiento instrumental se reduce a la mínima expresión: una viola da gamba y un órgano positivo. Las exequias se completan con cuatro motetes fúnebres. Si con Scheidt Vox Luminis apuntaba alto, con Schütz recibe el espaldarazo definitivo.

Eduardo Torrico

With the Thirty Years’ War raging around them, Lutherans considered death to be the true fulfilment of their
earthly life. Prince Heinrich von Reuss organised all the details of his funeral in advance, from the music that
would be sung - to be composed and then performed by Heinrich Schütz during the funeral ceremony - to the
coffin itself. Our programme includes not only the renowned Musicalische Exequien but also other funeral
motets by Schütz, one of which was composed on the death of his friend Johann Hermann Schein.
After the success of their CD of works by Samuel Scheidt (RIC 301), Vox Luminis now take up the challenge
of one of Schütz’s greatest sacred works. It should be noted that the CD cover art is a photograph of a section
of the coffin that Reuss himself had ordered; Prince Heinrich XIII Reuss has most generously allowed its use
by Ricercar for this recording. The coffin is made of solid copper; its richly decorated exterior is studded with
cartouches that contain liturgical texts selected by the deceased prince.