Al Terpsycordes no le queda más remedio que adelantarse a la inevitable pregunta: ¿por qué grabar una nueva versión de los cuartetos Rosamunda y La muerte y la doncella? La razón, explican, reside en las nuevas posibilidades abiertas por el enfoque filológico. Reproducimos aquí algunos de sus argumentos: “El sonido de las cuerdas de tripa otorga al conjunto una textura inimitable”, “el peso del arco clásico permite un abanico de articulaciones próximo a la emisión vocal”, “la renuncia al vibrato continuo es provechosa para la transparencia y la percepción de las disonancias”... Lo primero que muchos pensarán es que lo de la interpretación historicista está derivando en un marketing oportunista para intentar vender lo invendible. Puede ser, pero aquí hay un detalle significativo: el Terpsycordes no es un conjunto de instrumentos originales que se traslada del Barroco al Clasicismo o al Romanticismo. Al contrario, se trata de una formación cuyo currículo es similar al de tantos cuartetos de cuerda. Ganadores de concursos internacionales, frecuentan precisamente este tipo de repertorio, en el que suelen utilizar instrumentos modernos (así es como realizaron una bonita grabación de los cuartetos de Schumann para el sello Claves). Pero, en este caso concreto han decidido abrazar las “prácticas originales” convencidos de que pueden aportar un plus novedoso a su lectura.
Los resultados, créanme, les dan la razón. Los cuatro “Vuillaume” de mediados del siglo XIX utilizados por el Terpsycordes, el diapasón de 430 Hz, las cuerdas de tripa o los arcos construidos según la tipología de la época de Schubert no constituyen aquí un fin en sí mismos. Al contrario, son herramientas al servicio de unas interpretaciones intensas, contrastadas, analíticas, de exquisito fraseo y tersa transparencia, que se sitúan a la altura de las versiones de referencia. Es previsible que muchos ni reparen en este disco del Terpsycordes debido a la abrumadora discografía de los dos más célebres cuartetos schubertianos. ¿Qué sentido tiene grabar una nueva versión de estas piezas? Si están dispuestos a vencer sus reticencias, ahí tienen la respuesta.
Stefano Russomanno