Como lo ocurriera a su coetáneo Telemann, la larga y productiva vida de Johann Adolf Hasse (1699-1783) haría de él uno de los maestros más valorados y reconocidos de la Europa Barroca y Clásica. Hasse fue un admirador y cultivador de los modos italianos. No casualmente fue alumno de Alessandro Scarlatti. Su obra, parte de ella perdida, se extiende por un amplísimo catálogo de óperas (cerca de un centenar), así como obras vocales de diversa naturaleza.

Esta Misa en sol menor fue su última composición, terminada el mismo año de su muerte, y está dedicada a la Corte de Sajonia. Quién desee ejemplificar el tránsito entre el Barroco y Clasicismo en lo que a música sacra se refiere, pocas páginas le darán tanta información como ésta. La arquitectura sonora es, en muchos aspectos, barroca, y nos recuerda a Zelenka o al propio Bach, pero las melodías, el modo de acompañarlas, nos es mucho más próximo a Haydn.

El hecho de que la Orquesta de los Virtuosos de Sajonia, dirigidos por el virtuoso trompetista Ludwig Güttler, utilice instrumentos modernos no deberá desanimar a los más puristas seguidores del "Barroco auténtico", ya que su planteamiento interpretativo, en cuanto a articulaciones, vibrato, fraseo, etc. es perfectamente fiel al ideario pre-romántico. Por otro lado, los cantantes solistas y el coro responden a una gratificante y camerística limpieza, que nada tiene que ver con las masas corales y las voces puccinianas que en otros tiempos asolaron la música del XVIII.

Caronte